Un halito de miedo y emoción, se asoma en sus pliegues cuando sonríe.
Entre cierra los ojos para intuir si estoy mintiendo.
La edad ha sabido complacerla y la acerca a mi vida, dispuesta.
No seré la sombra que anide en su sexo, ni la flor marchita atrapada en su cuaderno.
Mis letras conceden sus besos y las noches reflejadas en el agua nocturna.
Dormiré hoy para despertar mañana con la promesa de ser su amante,
por los días que el sol este dispuesto a guarecernos.
No seré la sombra que anide en su sexo, ni la flor marchita atrapada en su cuaderno.
Mis letras conceden sus besos y las noches reflejadas en el agua nocturna.
Dormiré hoy para despertar mañana con la promesa de ser su amante,
por los días que el sol este dispuesto a guarecernos.
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