sábado, 15 de octubre de 2011

Un nudo

Después de todo a veces siento un nudo en el estómago, no importa como lo nombres, el nudo está ahí. Es nudo de ausencia.
Si quieres jugamos en el columpio pero recuerda que tengo un nudo en el estomago y es un nudo de ausencia. A veces espero a que me llames y si tardas, prefiero marcarte porque tengo un nudo. Un nudo que por momentos me hace querer olvidarte para sentirme libre otra vez. La cosa es que ahora el nudo me acompaña y es casi-casi como si estuvieras aquí. El nudo te representa porque es nudo de ausencia.
Después retengo el aire para ver si el nudo se quita como se quita el hipo pero nada funciona, el nudo sigue ahí. Por eso te busco, cuando te veo el nudo desaparece junto con otras aflicciones como cuando duermo temprano. Así que me quitas el sueño, me quitas el nudo y aparte me das un poco más. A mi me basta con que me quites el nudo pero tu me das más.
Si quieres hoy dormimos temprano porque cuando sueño tampoco siento el nudo. Pero si me preguntas prefiero estar despierta y contigo, eso es mejor que soñar. También podemos ir a comer y bajar la comida caminando en el parque, porque cuando camino contigo no siento el nudo y digiero mejor.
Después amanece el día para darme cuenta que el nudo está aquí. No importa como lo nombres porque este nudo no tiene horarios ni fechas. Es un nudo de ausencia que hace a los peces preguntar por ti.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Antes

Antes de que las cosas tuvieran nombre, jugaba y perdía el tiempo. Antes de que las mentiras repudiaran, eran mensajes de paz y fantasía. Antes de conocer al amor de mi vida, amaba y creía. Antes de aprender, reconocer, estudiar, diferenciar; yo vivía. Antes de que el tiempo me comiera como manzana caída, era árbol, fruta y semilla. Antes de saber del pasado, la yugular de la culpa y el latido constante de las consecuencias; no escribía. No contaba con tema literario, ni me reía del error como un renuedo de vergüenza.
Ahora el mundo de repente me duele, me atrae, me da nausea, me impresiona con cosquillas en las entrañas y deja un sabor de boca a nostalgia.
Voy bajo la línea de dudas, navegando en emociones convertidas en siluetas. En ciclos de agua, desde el hielo al vapor. Del orgasmo al destierro o de la penitencia al olvido. Ya sin las absurdas dinámicas sociales de aparente elevada procedencia, subiré mis zapatos sobre la mesa dispuesta a descansar.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Paseo de la Reforma

Creer en la democracia en México es como querer alcanzar a la luna en una manifestación sobre “Paseo de la Reforma”. Que comience a la altura de “Lomas de Chapultepec”, bajando hacia al “Auditorio” y el “Hard-Rock”, por los centros culturales y de esparcimiento, llegando al “Ángel de la Independencia”, cruce “Insurgentes”, el monumento a Cuauhtemoc, a la Revolución y hasta el de la madre. Pasando por las efigies del México moderno, el horrible caballito y el edificio de la “Lotería Nacional”, a paso veloz por Tepito, la guerrero, la Peralvillo. Cada quien puede ir avanzando por la que considere la mejor forma de llegar a la luna. Y si el “Paseo de la Reforma” no tiene nada que ver con la democracia, la pobreza, la violencia, el descontento que transita diariamente por Reforma, sí.

jueves, 23 de junio de 2011

Hubo dolor en la vida…y sobrevivir nunca fue una proeza. Todos se acostumbraron a respirar y creyeron que así sería para siempre. Entonces pasaron los años y con ellos, los huesos dolían. Los dedos se contraían hacia las palmas sin poder siquiera recoger sus dientes.

jueves, 16 de junio de 2011

Sábado de tragedia

El sábado a medio día me encaminaba hacia el mercado. Cuando cruzaba la avenida de Chapultepec, una chica en bicicleta se dirigía presurosamente por el carril de alta. La vi de reojo para que no me atropellara, cruzamos miradas por unos segundos. Su celular cayó de la bolsa del pantalón. Ella gritó –Mierda, mi celular-, perdió el control de la bicicleta y salió volando de ella. Su cara golpeó el piso y se deslizo cual muñeco de trapo contra el cemento. La chica no se movía, los carros se dirigían hacia nosotras, levanté su celular y comencé a desviar los automóviles. Me acerque lentamente a darle su celular, la chica no levanto la cabeza, sólo extendió la mano para recogerlo y revisó que funcionara correctamente. Yo no podía creer que estuviera más preocupada por su celular que por ella misma que yacía en la piso sin poder levantarse. Supuse que estaba en shock por el accidente y que por eso actuaba de una manera estupida. Le pregunté si estaba bien y ella respondió que le dolía la cabeza, en ese momento la levanto y la cara que yo había visto unos minutos antes, había cambiado drásticamente. Su piel estaba levantada unos dos centímetros por encima de la cara y su frente parecía un cascaron de huevo roto. No soy muy buena para los consuelos y menos para situaciones como estas, así que la mayoría del tiempo permanecí muda, viéndola. Intente incorporarla pero ella gritaba de dolor, unas personas se acercaron a ayudarnos y la cargamos en vilo hacía la banqueta, sus pantalones estaban rotos y entre las rasgaduras se podía ver la sangre de sus rodillas. Una señora llamó a la ambulancia.

Recorrí con los ojos la calle, la bicicleta estaba tirada. Pensé en los rastros de piel y sangre de la chica, que ahora se confundían con el piso. Vino a mi mente el trabajo de Teresa Margolles, cuando recoge los residuos que dejan las victimas de las balaceras y los incorpora en sus instalaciones. En ese momento, el accidente se asemejaba a una escena del crimen y yo sin quererlo, había sido testigo y casi cómplice.

Por más azaroso que fuera lo acontecido, todavía no dejo de preguntarme hasta que grado somos capaces de involucrarnos con extraños. Mucha gente pasó a lado de nosotros y aunque les llamará la atención todo el circo, no se percibía en ellos algún dejo de importancia. Ya ni siquiera es raro tener ese tipo de respuesta en la gente. La ciudad es un sitio de paso para sus propios habitantes, en donde ayudar se traduce en problema y el accidente, en un entretenimiento momentáneo.

Al ver los noticieros o leer el periódico, esta práctica se repite. La indiferencia es el síntoma mediático de la información, hoy en día. Mientras no sea reactivado el sentido de comunidad, las causas sociales –ejemplo, la guerra contra el narcotráfico- perecerán con sus victimas. Siendo demasiado caro el costo humano para poder integrar a una comunidad de respuesta, se necesitan nuevos discursos o estrategias para convertir a la “ciudad de transito” en un hábitat crítico y consciente de su fuerza en lo político. Haciendo de todo espacio mexicano, un espacio común de dialogo para sus habitantes.

martes, 14 de junio de 2011

Eres pensamiento constante, eres una nube de confusión y recuerdos, etérea fría volátil. Y no hay viento que te sople ni te deshiele, que te mande lejos y no regreses. No hay palabras ni acciones que te transformen, que se olviden de ti cuando se pronuncian.

Que cansado es desatar los nudos, hilo por hilo a romper las amarras, y tú tan indecisa y vulnerable, me haces pensar que me necesitas para luego marcharte.

Y ya no existe el amor ni el odio entre nosotras, sólo vive la perplejidad de verte de nuevo y es ahí cuando te odio y te quiero para luego marcharme.

¿no lo has visto ya?

Tan sólo contamos con una batallón de muertos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

L

Yo la quiero como para meterla en una cajita con muchos juguetes y que no se aburra nunca. Yo la quiero para pasear por las tardes en el parque, comprar helados y platicar en las bancas. Yo la quiero por que me gusta lo que imagino cuando la veo, así, sin más. Y ya ve que usted sólo tiene que sentarse enfrente de mí para que yo me vuelva loca solita. Imagínese si usted hiciera el esfuerzo, no habría manera de pararme. Pero a usted le encanta andar con aires modestos y finge que no se entera cuanto me gusta y yo… ¿que hago? Si cada vez que se me ocurre abrir la boca, sólo salen palabras para asustarla. Y yo que trato de hablarle de amor y usted responde como si le estuviera ladrando. Mientras usted se decide y yo dejo de airear mis emociones, espero que nos veamos muy pronto.

jueves, 3 de marzo de 2011

La maquina de la visión

Podría sonar un poco nostálgico pero extraño la época de los conciertos y los encendedores. Ahora el espectáculo se reduce a las pantallas de los celulares y las mini-cámaras. Parece que la gente paga el boleto no para oír en vivo a sus artistas favoritos, mas bien, para poder tener archivo de que fue. Esta dinámica de la tele-presencia se repite en todos los contextos; desde las redes sociales hasta los espectaculares de la ciudad.

“Así, en el momento en que se prepara la automatización de la percepción, la innovación de una visión artificial, la delegación a una máquina del análisis de la realidad objetiva, convendría volver sobre la naturaleza de la imagen virtual, imaginería sin soporte aparente, sin otra persistencia que la de la memoria visual mental o instrumental.”1

A partir de la era tecnológica, el acceso a los aparatos de registro (cámaras, celulares, etc.) han cambiado los modos sociales del sentido de estar en un lugar. Se han convertido en nuestras prótesis vivenciales de comunicación y memoria. El ver y recordar ha trascendido al grabar y guardar. Estas dos últimas acciones, sirven como método de autovigilancia, más allá del registro, muestran una necesidad imperante por reafirmar la presencia a través de medios artificiales.

Las redes sociales funcionan como una extensión de los individuos, alargando el tiempo de estar sin estar presente. Entonces la percepción del entorno entre lo animado, el sujeto vivo y su representación gráfica, generan entre si mutualismos para definir al individuo.

“La proliferación, desde hace al menos una decena de años, de las cámaras de vigilancia en los lugares públicos, no serviría de elemento de comparación con ese desdoblamiento del punto de vista. En efecto, si conocemos la retransmisión de la imaginería de las cámaras de vídeo de las agencias bancarias o de los supermercados, si adivinamos la presencia de los vigilantes, con la mirada clavada en los monitores de control, con la percepción asistida por ordenador, la visiónica, es imposible estimar la configuración, adivinar la interpretación de esta visión sin mirada.”2

Se generan representaciones para espectadores anónimos, la máquina del deseo se superpone a la maquina de la visión. Vemos para desear y construimos imágenes de lo deseado, un deseo de proyección de nosotros mismos. Esta estrategia se ve más claramente en la fotografía publicitaria, en donde la representación cede sitio a la auténtica presentación pública. Creando un margen entre lo que aspiramos y construimos, a petición del mercado.

“La paradoja lógica es en definitiva la de esta imagen en tiempo real que domina la cosa representada, ese tiempo que la lleva al espacio real. Esta virtualidad que domina la actualidad, que trastorna la misma noción de realidad.”3

Siendo la Web nuestra principal fuente de conocimiento y consulta, la virtualidad de la información conforma al sujeto y este a su vez, integra su propia virtualidad a la red. Convirtiendo a la informática en el nuevo embudo del mundo.

El desdoblamiento del control público ha pasado a la autovigilancia, en donde por medio de múltiples dispositivos somos localizables e identificables. Los datos personales que subimos a la red, generan rasgos y huellas de los intereses y aspiraciones de los usuarios, hasta producir un exacto perfil como consumidores de imágenes, información y deseo.

“Es aquí donde se juega a partir de ahora la «estrategia de la disuasión» la estrategia de los señuelos, de las contramedidas electrónicas y otras. La verdad ya no enmascarada, sino abolida, es la de la imagen real, la de la imagen del espacio real del objeto, del aparato observado, una imagen televisada «en directo» o, más exactamente, en tiempo real.”4

La desrealización de la vida civil, suplementada por la imagen del ser social, ha sido utilizada también como mecanismo de defensa en la milicia. Una transferencia de la gestión pública de lo actual a lo virtual, en donde la estructura de los países se desarrolla por la desinformación y la representación de organizaciones transparentes y plurales. Es muy claro el ejemplo en los spot televisivos de las campañas gubernamentales en contra del narcotráfico. En donde las imágenes están llenas de militares bien entrenados, con grandes recursos tecnológicos de investigación y vigilancia. Y si es así, y en verdad contamos con una fuerza militar competente, ¿Por qué no hemos podido detener a los grandes carteles?

La ambigüedad entre la información y la imagen, entre las creencias populares y los medios de comunicación, juegan un papel decisivo en la conformación del Estado, por no decir, en el conformismo.

Partiendo de la virtualidad contemporánea de la personalidad y el Estado, las herramientas de comunicación se han perfeccionado, al realizar una búsqueda intensiva acerca del mensaje de la imagen y sus repercusiones. Los métodos publicitarios cada vez son más difusos e influyentes, muy cercanos a la pauta del crecimiento de un nuevo orden social. Un orden social impreciso, incluso caotico pero siempre atento a la sorpresa y la novedad. El flujo de la información es tan acelerado y temporal, que rapidamente las campañas publicitarias se sustituyen, los mensajes se tergiversan y los ideales sociales se tornan flexibles y condescendientes, a la par de la moda.


Las complejas mediaciones de la información quedan a merced de los mercados de cultura, los sistemas de comunicación sólo son un ejemplo del público pasivo.

El arte también ha tomado campo al integrarse a la era digital como un medio más de comunicación, la reproducción y divulgación del arte sigue los mismos esquemas estilisticos y normativos de la comunicación en masas.

“Y por eso mismo también la obra de arte contemporánea no sólo tiende a perder su dimensión aurática, sino que tiene que sacrificarla como condición de su éxito, en cuanto que difusión medial, comercial o industrial de su valor paradigmático, o sea, su capacidad de convertirse en una norma de la moda artística.”5

La comercialización del arte se incorpora a los intereses políticos que lo patrocinan, perdiendo su dimensión autónoma y crítica con respecto a las instancias de poder. En lugar de que el arte pueda funcionar como un balance o mediador del sistema, se emplea como un referente directo a la sociedad del consumo.

El fenómeno social de la informatica, ha sido tan influyente como en sus tiempos lo fue la aparición de la fotografía. El cambio radical hacia la postura de la imagen, da pie a nuevas reflexiones acerca del individuo y su contexto. Las formas, técnicas y contenidos, también se ponen a prueba ante la saturación de imágenes, información y medios.

El término "medios" es un fenómeno transitorio, quizás sea también posible volver a definir el término "arte" tal como ha evolucionado en el pensamiento occidental desde el Renacimiento.” 6

Contando en la actualidad con el sistema más eficiente de divulgación de la información, se convierte en un reto generar impacto a través del arte. Aún más, en donde los límites entre la autoría y el anonimato convergen entre sí y la esfera de lo privado a lo público se ha perdido en un acto consciente.

En cuanto a la tecnología, tenemos que superar la lucha cultural por la supervivencia, a fin de vernos a nosotros mismos como un componente inherente de un mundo tecnológico. Será entonces cuando el arte pueda asumir el papel de iniciador en el desarrollo de la consciencia cultural, dentro del proceso de crecimiento tecnológico sin repetir sus estratagemas, interes políticos o de consumo lucrativo.

1. Paul Virilio, “La maquina de la visión”, Pág. 1

2. Paul Virilio, “La maquina de la visión”, Pág. 2

3. Paul Virilio, “La maquina de la visión”, Pág. 3

4. Paul Virilio, “La maquina de la visión”, Pág. 5

5. Eduardo Subirats,El final de las vanguardias”, Pág. 3

6. Dieter Daniels,Arte y nuevas tecnologías”, Pág. 4