miércoles, 22 de octubre de 2008

Escrito en veinte y ocho días

Oh, estos días de lluvia

que mi vagina de sangrar no para,

quién me librará de esta penumbra

de cambiar cada dos horas la toalla.

¡Oh, malditos cólicos de mierda!

qué monserga es cargar con vientre,

no hay mujer que no lo pase a regañadientes

y después quede un poco lerda.

Tampax o Kotex ¿qué importa?

no se encuentra solución,

cuando por la cola evacua el alma

da igual donde el ovulo caiga.

Tantos años de cargar con esta pena

para después sufrir por nueve meses,

mareos y contracciones que te llevan

a querer ahogar al niño en los cipreses.

Mujeres somos y el amor al dolor

alenta,

de aguantar bien estoicas los días

en que nos toca la tormenta.

Chicas, el syncol no sirve

y habla la voz de la experiencia,

pero si acaso mi consuelo pierde

haré prosa a mi hemorrágico poema.

La historia del Papa

viernes, 17 de octubre de 2008

lunes, 6 de octubre de 2008

Conversaciones de carro

Tus dudas calumnian mi amor enardecido, cabizbaja volteo a ver esos ojos llorosos que han prometido quedarse a verme. Yo que contemplo hasta la gracia de cuando picas las papas y sigues preguntando si te quiero, cuando me pongo a freir el aceite. Sé que reclamo a las noches tu ausencia y al día, la distancia. Qué mejor podría hacer que quejarme de todo sin ti, si no has dejado un momento libre para no extrañarte. Así que remuevo constantemente el tiempo a tu lado como estas pequeñas fracciones de video encontrado años después.

Haremos un cuento de esto, dado que el oficio no deja nada mejor que retenerte en mis letras como una ficcion, una cursileria anacronica con ganas de finales felices a pesar de experiencias pasadas.

Te propongo que creamos en esto como algo posible y perenne, aunque la vida no vea mas allá que al presente. Total, mi idea es no vivir para presenciar como todo termina.

ERRE

Las vacas rechonchas rodaron risueñas, rumiando rábanos roídos por ratas rubias rejegas. Rechinaban sus ruidos raramente rellenos de riscos roqueros; relevando su raza, reabasteciendo recuerdos de esos rancios remordidos -¡que rico!- replicaban rabinos robustos y reverendos ricachones recachondos. Rolaban los remos remando con ramas, requiriendo refuerzos para ratificar la resaca. Retumban rimando como rinocerontes rasurados del resto del reino. En rincones rurales rezagados del río, revolvieron rápidamente raquíticos rieles de roca rojiza. Redoblaron a las rusas, rumanas y regias, rimbombantes relamidas rebosándose cual ranas rastreras realzadas.

Razones retienen las rutas del Rey para recalcar la rudeza que radica y ronda en la realidad de riachuelos. Rezamos de rodillas con las remeras rotas revestidas con rombos rozados que robamos de retazos a las ricas realezas. Retuvieron a los romanos rascando ridículas risitas rostizadas, sus ronquidos rayaron hasta los rubíes de romero. Rústicamente restregaban ropitas de renacuajos rampantes, rogaron al roble regresar al recinto. Remilgos de rulos relampagueaban radiantes rompiendo los ritmos de rituales rupestres, resistieron con resistol y raudas resinas restantes.

Retiro el reclamo de rentas, rebasada la ribera rodeada de rucas rabiosas es una ruleta de rubéola recalcitrante. Rechazo las ronchas regaladas, rotundamente.

Retó el ranchero del ropero, el reloj rudimentario que de un respiro rodó de revés hasta el rancho; rengueó repetidamente rehusando su ruina. Por un rastrillo y un rodillo lo relegaron a reo, reunió en un recóndito rosario su rostro.

Recibí el recado rencoroso, risible el rebozo que representa tus raíces –restauremos la relación, redímete en el restaurante. Sea reciproco el raudal en refrigeración- ronroneaba el retablo de rosetón. Reticencia redonda la de Ruperta. Regulada la recia y rígida rémora, recorrí la runa remansa. Recobrando el romance por rectas rupturas resuelta a respaldarlo con rosas. Reímos como raptando rameras rockolas rollizas, revocando riveras a rescatarse rumbo a la reforma. Restiramos rajadas a la reluciente renuncia, nos rozamos la region en la recamara rociando reguiletes de riñon resentido.

Rita rindió relincho a la racha que retacha a ratos. Roberto, Ramón, Rubén, Raquel, Rutilio, Rigoberta, Romina, Rafael, Ramiro, Rodrigo, Rogelio, Rebeca ;restriego de renacos ( rebeldes rijosos retoños refundidos en revistas de rifa racista reseteada). Rufianes rascuachos me revocan resecos relajos de redentor rezongón.

Me revelo entre rispias riñas, Ricarda Ramirez Ronzon, de rumba y de rastas me recubro en resbaladizas rabadillas rotuladas por - erre con erre, cigarro. Erre con erre, barril. Erre con erre, ferrocarril y yo digo…¡revolución!-

Reléase…reverberación.