miércoles, 9 de marzo de 2011

L

Yo la quiero como para meterla en una cajita con muchos juguetes y que no se aburra nunca. Yo la quiero para pasear por las tardes en el parque, comprar helados y platicar en las bancas. Yo la quiero por que me gusta lo que imagino cuando la veo, así, sin más. Y ya ve que usted sólo tiene que sentarse enfrente de mí para que yo me vuelva loca solita. Imagínese si usted hiciera el esfuerzo, no habría manera de pararme. Pero a usted le encanta andar con aires modestos y finge que no se entera cuanto me gusta y yo… ¿que hago? Si cada vez que se me ocurre abrir la boca, sólo salen palabras para asustarla. Y yo que trato de hablarle de amor y usted responde como si le estuviera ladrando. Mientras usted se decide y yo dejo de airear mis emociones, espero que nos veamos muy pronto.

2 comentarios:

neurotinta dijo...

muy bueno papa.

Leche Karbassi dijo...

:)