lunes, 20 de septiembre de 2010

La política de las celebraciones

A diferencia de otros días, en México, las redes sociales en lugar de anunciar las nimiedades de los usuarios, las páginas se convirtieron en un cartel de protesta en donde la mayoría proclamaban –No hay nada que celebrar-.
Yo me pregunto en dónde estaban todos estos inconformes mientras se masacraban a las mujeres en Juárez, se declaraba la guerra al narco o validaban un presupuesto descomunal para la celebración de las fiestas patrias. Estoy de acuerdo, no hay nada que celebrar y no por que menosprecie los eventos que transformaron a una nación (por más tergiversados que sean), lo que aborrezco es la nación que somos ahora.
Supongo que tendrá que pasar otro año para que la gente de México se siente a reflexionar un poco sobre las condiciones del país y diga –uh, como que no me gusta- para después continuar con su vida mientras la gente se muere, pierden sus empleos o se les inunda la casa.
Después de todo, nosotros somos los que conformamos al país y son nuestros errores y la pasividad cotidiana, lo que deja que pasen las cosas. Somos nosotros los que no luchamos para rectificar los problemas de la nación, somos nosotros los que no protestamos para regular el presupuesto federal, somos nosotros los que decidimos ignorar en vez de hacer algo.
Si la gente se siente mejor por que una vez al año hacen protesta en el “Twitter” o el “Facebook”, bienvenidos sean, sólo espero que el día que les toque vivir la adversidad, crean que con sus actos hicieron todo lo posible para evitarla.

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